ACTO EN CURA BROCHERO, SÁBADO 23 OCTUBRE 2010

domingo, 12 de noviembre de 2023

"TAMORTO", VIERNES EN CARAS Y CARETAS 2037, CRÍTICA

TAMORTO

Con Jorge costa, Emiliano Larea, Romina Mónaco, Julia Muzio, Fernando Pérez Hernández, Luisina Dichenna. Máscaras de Alfredo Iriarte. Luces de Jorge Costa. Canto de Mariana Macchiarola. Vestuario de Almendra Vestuarios. Música de Fernando Pérez Hernández. Dirección: Jorge Costa. Duración: 90 minutos. Sala Caras Caretas 2037.-

La Compañía de Teatro Corporal, fundada en el 2007, lleva 10 años con la obra “Tamorto” que se ofrece en el teatro Caras y Caretas, viernes a las 20 horas. Regalan en esta obra de su autoría una increíble destreza física que une desde acrobacias hasta malabarismos además de las clásicas máscaras conformando los aspectos fundamentales de la “Commedia del Arte”, surgida en Italia y que, según las normas vigentes, habría desaparecido. No es así para este elenco argentino que reúne destreza e histrionismo por partes iguales incluyendo improvisación y contacto directo con el público, algo así como un café concert desde una sala clásica o convencional.

“Tamorto” nos relata el momento final de la vida de Arlequín porque, desde el comienzo, se indica que””ta morto”, lo que explica el título. Y hay una causa: su deslealtad con su amigo Pierrot (uno de los personajes más notables de este elenco) al enamorarse de su mujer Colombina. La venganza de Pierrot no se hará esperar.

Con un texto hilarante, por momentos propenso a los chistes escatológicos (innecesarios), Jorge Costa, director de esta obra y su “Arlequín”, asombra por su enorme ductilidad física unida a su actuación. Si bien lleva 10 años construyendo este personaje, para quien lo ve por primera vez, Costa conforma una expresión superlativa de creatividad y esfuerzo escénico luciéndose junto a él Pierrot, longilíneo actor de movimientos corporales increíbles. El punto más alto de esta obra reside tanto en las actuaciones como en la puesta ( incluyendo ritmos y sonidos a la manera de radioteatro) mientras que un punto bajo está en la extensa participación de la “Doctora” ralentizando (siempre hay tiempo de “peinar” los diálogos) la continuidad de la historia. En ésta, hay que aplaudir la actualización temática al incluir aspectos de la realidad política nacional.

En definitiva, la fidelidad absoluta al género que esta compañía logra través de un elenco de grandes profesionales hacen que “Tamorto” sea el mejor ejemplo argento de la Commedia del Arte rediviva.

Elsa Bragato